Las jeringas no son objetos para hacer daño, tienen otras utilidades.
Una de las funciones fundamentales de nuestro trabajo es la transformación. Un hospital es un sitio en el que nadie quiere estar. Se relaciona con malos ratos y dolor. Para los pequeños, el miedo a la bata blanca o al pinchazo deja marca hasta puntos que sólo quienes han llevado esos traumas hasta mayores lo saben.
Fue una larga mañana por el hospital, visitando a pequeños, medianos y grandes. Pero aún nos quedaba una última visita. Nos dirigimos a UCI Pediátrica para terminar la mañana con la pequeña a la que dejamos dormida para sus pruebas.
La encontramos despierta y preparada para comer un yogur. Se puso muy contenta al vernos de nuevo. Nosotros también nos pusimos contentos y entonamos una canción. Pero cuando saqué de la maleta mi jeringa-maraca.. lo miro fijamente. Le fue cambiando la cara de alegría a tensión, enfado, rabia, dolor. No dejaba de mirarla, todos sentimos cómo el mal recuerdo que tenía sobre el objeto le recorría la cabeza. Me quedé un poco parado.
Mariabrisa se percata de la situación y saca otra jeringa de su bolso, en este caso convertida en avión. El avión sobrevuela por encima de nuestras cabezas avisándonos de su próximo aterrizaje. La cara de nuestra amiga cambia por momentos, entrando poco a poco a nuestro mundo de juegos. Mientras dura el vuelo, voy preparando mi número de magia con jeringas y una vez preparado… Tatachán!!
Empiezo a realizar la magia, ya podemos ver cómo poco a poco se dibuja en la cara de la niña una sonrisa de tranquilidad y relajo. Mariabrisa termina la faena tocándonos una canción con sus tres jeringuillas afinadas. La niña ríe, el padre ríe también. Vemos cómo del enfado hacia ese objeto odiado, rechazado, se ha transformado en algo diferente, en un juguete, en algo divertido que no es dolor. En un objeto mágico para jugar.
Nos despedimos de ella con un gran abrazo.
Conseguir que un objeto asociado al dolor se convierta en un objeto con el que jugar, hace cambiar en nuestra mente la asociación de ideas. La próxima vez que nuestra amiga vea una jeringa, es fácil que se acuerde del truco de magia, del avión o de la canción que suena con ellas. Así bajarán los niveles de estrés. Tendrá unas nuevas imágenes a las que recurrir.
Nuestros payasos están formados para conseguir que las experiencias hospitalarias se conviertan en nuevas experiencias más amables. ¿Nos ayudas a seguir creando nuevas imágenes que hagan de nuevo sonreír? Hazte soci@ o aporta con un donativo. Entre todas hacemos un mundo mejor.
4 Comentarios. Dejar nuevo
Se me terminan los adjetivos para describiros ojala podáis seguir sembrando sonrisas eternamente gracias por vuestra labor pues sin ella el hospital no seria lo mismo
Muchas gracias por tus palabras Javi. Las sonrisas tienen ese poder, que nos dejan sin palabras. Un abrazo.
Well bօys,? Mommy lastly sɑid after they һad give you numerous foolish ideas of
what God did fօr fun, ?What God really likes is when people love one another and maintain oone nother like we do in ⲟur fɑmily.?
That made sense to Lee and Larry so Lee hugɡed Mommy and Larrү hugged daddy to simply makе God hapⲣy.
We are glad that you had a pleasant experience.